El mito
La palabra mito quiere decir “relato”. El mito es,
esencialmente, una narración pero de carácter sagrado, ya que formaba parte del
ritual religioso de los pueblos de la antigüedad.
Los mitos son de origen popular y se transmiten oralmente de
generación en generación antes de que se los registrara en forma escrita. Esta
es la razón por la que siempre es posible encontrar diferentes versiones de un
mismo relato.
Como toda narración, el mito presenta sucesos. Pero estos
sucesos tienen carácter sobrenatural, es decir, hechos que exceden el mundo
real y natural. Por ejemplo, el descenso de Orfeo al reino de los muertos.
De acuerdo con el hecho que desarrollan, estos relatos
pueden clasificarse en:
Mitos del origen del
cosmos. (Cosmogonía)
Mitos del nacimiento
de los dioses. (Teogonía)
Mitos de la creación
del hombre. (Antropogonía)
Mitos de los héroes.
Los personajes
principales de los mitos son:
Los dioses: son
seres de naturaleza diferente a la humana, ya que son inmortales y tienen
inmensos poderes; pero según su forma, sus sentimientos y su comportamiento, se
parecen a los seres humanos.
Los héroes: son
hombres extraordinarios que están en contacto con los dioses. Siempre se
destacan por algún rasgo que los hace diferentes del resto de los mortales: una
fuerza extraordinaria, una gran astucia, un don especial o, incluso, un objeto
que los acompaña e identifica.
Monstruos: estos
personajes se representan de diversas maneras: como seres a los que les falta
un órgano, por ejemplo los cíclopes (que tienen sólo un ojo), o aquellos que
tienen varios como Cerbero el perro de tres cabezas que custodia el reino de
los muertos, o pueden ser mixtos como las sirenas (mitad mujer y mitad pez) y
el Minotauro (mitad hombre mitad toro)
Además forman parte de la mitología seres menos poderosos
que los dioses, consideradas divinidades menores como las musas o Eros (que la
cultura romana conoce como cupido)
Los hechos, el
tiempo y el espacio
Los sucesos de estos relatos que son de carácter
sobrenatural, transcurren en una época muy remota e imprecisa. Algunas
historias se ambientan, incluso, antes de la aparición del hombre sobre la
Tierra. Es decir que el tiempo de los mitos no es un tiempo histórico.
En cuanto al lugar,
los mitos suelen diferenciar entre el mundo que habitan los dioses, el que
ocupan los hombres y aquel en que moran los muertos.
En los mitos protagonizados por los héroes, generalmente se
detalla la ciudad o la región donde nacieron porque este hecho otorga prestigio
a sus habitantes, que se consideran, de este modo, emparentados con ellos.
La figura del
Héroe
Al unirse los dioses con diversos mortales, originaron a los
héroes, también llamados “semidioses”, es decir que los héroes son mitad dioses
y mitad mortales. El caudal más importante de los relatos míticos de la
civilización griega gira en torno a estos hombres excepcionales.
Cada grupo social tiene sus propios héroes, que van
cambiando de acuerdo con los diferentes ideales que ese pueblo persigue en su
proceso histórico. Por eso, no existe un único tipo de héroe.
¿Cómo identificarlos? A pesar de su diversidad, los héroes
tienen rasgos que permiten diferenciarlos. En primer lugar, su figura se
destaca porque tiene una marca, al igual que sucede con los superhéroes
actuales, como Superman, Batman o el Hombre Araña.
En algunos casos, la marca es un rasgo físico: el guerrero
Aquiles sobresalía por la velocidad y por la fuerza, y Edipo tenía los tobillos
marcados.
La señal distintiva puede ser también un objeto que se
relacione con el héroe: Heracles (Hércules) cargaba sobre sus espaldas la piel
del león de Nemea, que ninguna arma podía atravesar. En otros casos, la
individualización está dada por un rasgo interno, como en el caso de Odiseo (a
quien los romanos llamaron Ulises), que sobresalía por su astucia.
Además, el héroe debe encarnar los ideales morales de su
época.
Si comparamos, por ejemplo, a los protagonistas de las epopeyas
atribuidas a Homero, La Ilíada y La Odisea, notamos que, mientras que en
Aquiles se valoran las cualidades del guerrero –como la fuerza y la destreza en
el campo de batalla–; en Odiseo, se destaca la inteligencia por encima de la
fuerza física. Esto se comprende porque Aquiles representa el ideal de una
Grecia que se consolida como nación; en tanto que La Odisea, obra posterior,
retrata una sociedad ya afianzada, que valora en mayor medida lo intelectual.
Otra característica de los héroes griegos es que se hallan
ligados a una determinada región geográfica, y sus lazos familiares aparecen
con todo detalle en los mitos. Esto se debe a que los habitantes de cada ciudad
se enorgullecían de los héroes que le habían dado prestigio y se ufanaban de
ser sus descendientes, o pretendían estar relacionados con ellos. Los héroes
establecían un importante lazo entre la comunidad y los dioses, porque eran
figuras emparentadas tanto con una como con los otros.
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