jueves, 18 de septiembre de 2014

LA AMÉRICA COLONIAL

LA AMERICA COLONIAL

A lo largo de la Historia, se han dado en América Latina numerosos fenómenos políticos, sociales, económicos y culturales únicos en el mundo. Por su naturaleza, estos fenómenos, a pesar de sus enormes particularidades, no se han dado de forma fortuita. 
Para comprenderlos mejor, es preciso remontarse a los siglos XVI, XVII y XVIII, centrándonos en la organización colonial tras la conquista y las repercusiones que este hecho tuvo sobre los pueblos originarios. 

Ello es necesario para ilustrar los fenómenos políticos, sociales y económicos del período considerado, indagando en los antecedentes de futuros acontecimientos que tendrán lugar en la convulsa y cambiante América nacida de las revoluciones que acabaron con el dominio español y portugués en el continente.

El primer asentamiento español en el continente, fue fundado en la isla La Española. Tras esto, comenzó la colonización de Centroamérica. Al mando de Hernán Cortés, soldados españoles se abrieron paso a través del Imperio Azteca. 
Valiéndose de su superioridad armaméntistica y de las rivalidades entre los pueblos autóctonos, los conquistadores lograron doblegar la resistencia azteca, masacrando a los nativos y sometiendo a los supervivientes a régimenes de trabajo forzado tales como la encomienda, la mita, el porteo o la esclavitud.
Tras destruir los imperios Maya y Azteca en Centroamérica, los colonos fundaron el Virreinato de Nueva España, el 12 de octubre de 1535, que se extendería a través de Centroamérica, México y el sur de lo que actualmente es Estados Unidos.
Una vez consolidado el poder en el Virreinato de Nueva España, comenzó la colonización de América del Sur. Al igual que en Centroamérica, los conquistadores se encontraron con la oposición de los nativos, y especialmente, la del Imperio Inca, los cuales, tras ser derrotados, fueron sometidos al mismo régimen de trabajo forzado. 
De esta manera, se fundaron tres nuevos virreinatos: Virreinato del Perú, Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata.
El dominio español de estos territorios se extendió hasta comienzos del siglo XIX. 
Durante estos trescientos años, América, tierra rica en recursos naturales, se convirtió en la proveedora de materias primas y metales preciosos de España y por ende del resto de Europa. 
Estos materiales extraídos de las colonias, permitieron a España financiar sendas guerras en el continente europeo, mantener un elevado gasto militar y diplomático, y sobre todo, conservar su estatus de potencia hegemónica.


A pesar de haberse propuesto como principal objetivo en América la evangelización de los nativos, motivo  por el cual España contaba con el beneplácito del Vaticano, los colonos sometían a todo tipo de abusos, vejaciones y humillaciones a la población autóctona, la cual se veía obligada a trabajar en condiciones de esclavitud para abastecer la demanda de metales preciosos y materias primas de la metrópoli. 
A pesar de encontrarse sometidos al poder invasor, los aborígenes protagonizaron numerosas rebeliones contra los colonos, tales como la de Tupac Amarú y Tupac Katari, que sembrarían la semilla de posteriores levantamientos a favor de la independencia.



La Corona española separó los nuevos territorios en una serie de dependencias administrativas denominadas Virreinatos. Cada Virreinato era gobernado por un virrey, designado por el rey. 
El cargo de virrey comenzó siendo hereditario, pero pasó a ser permanente y no hereditario a partir de 1535. El virrey gobernaba en representación del monarca. 
El resto de altos cargos coloniales, eran ocupados por nobles o letrados llegados desde la metrópoli, y los cargos menores por criollos allegados a los altos cargos anteriormente mencionados.

Se crearon también las denominadas Capitanías Generales, se encontraban adscritas a un Virreinato, y eran gobernadas por un Capitán General, que ejercía funciones militares tales como la lucha contra la piratería y las tribus aborígenes rebeldes.

Los Virreinatos establecidos fueron: Virreinato de Nueva España, Virreinato del Perú, Virreinato del Río de la Plata y Virreinato de Nueva Granada.
Las Capitanías Generales fundadas por la corona fueron: Capitanía General de Cuba, Capitanía General de Guatemala, Capitanía General de Puerto Rico, Capitanía General de Chile, Capitanía General de Venezuela, Capitanía General de Yucatán y Capitanía General de Santo Domingo.

Las metrópoli se valía de una serie de leyes y un complejo aparato burocrático para mantener el orden en las colonias americanas. De esta manera, mediante la creación de las Leyes de Indias, La Casa de Contratación y el Consejo de Indias, además de los Virreinatos y Capitanías Generales anteriormente mencionados, se logró institucionalizar el dominio español en América.


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